Tuesday, June 27, 2006

Milan Kundera



“La tierra puede estremecerse por las explosiones de las bombas, la patria puede ser expoliada cada día por un invasor distinto, todos los habitantes de la calle contigua pueden ser conducidos ante el pelotón

de ejecución, todo eso lo soportaría con mayor facilidad de lo que estaría dispuesto a reconocer. Pero era incapaz de soportar la tristeza de un solo sueño de Teresa”

6 comments:

Cotu said...

hey tienes mi pañabra de que te contestaré ok¿? pero cuando la vea,

¿por cierto quien es Teresa? esta bonito el texto

Enrique Gallud Jardiel said...

Un blog muy variado y ameno.Mi enhorabuena.

Clarita said...

Cotu:muchas gracias por tu ayuda cinematográfica,este fragmento esta sacado de un libro titulado:la insoportable levedad del ser,que estoy leyendo asi que en cuanto sepa kien es teresa te lo hare saber :)

Enrique:es un halago que te guste mi blog,gracias

Hector:me encantan tus comentarios :) a veces tengo la sensacion de conocerte de algo

nibuenonimalo: De nada,era lo minimo que podia hacer,me alegra que me leas y me alegra aun mas que quieras regresar

Alein@d said...

Clarita:
Con este comentario me has llevado a la nostalgia, al "eterno retorno".
También calza aquí, aquella canción de Sabina que también te gusta, "Contigo"...
Termina de leerlo y compartamos sobre los personajes ok...

devilwritter said...

Cuando la tierra se extremece por las explosiones de las bombas contemplo como muere el sueño de Teresa de una vida en Paz; Cuando el hogar es expoliado cada día por un invasor distinto, veo quebrarse la ilusión de Teresa de tener un lugar en el que vivir y envejecer; Si los habitantes de la calle contigua pueden ser conducidos impunemente ante el pelotón de ejecución, las lágimas de Teresa ahogan su sueño de libertad, de seguridad y de felicidad.
Da igual quién sea Teresa. Teresa no puede mantener sus sueños más allá de las pesadillas de otros.
Y si Teresa es así, no merece la pena proteger sus sueños.
Quizas por eso me abandonen todas mis Teresas.

Israel said...

La Insoportable Levedad del Ser. Es una de esas novelas que llegan en un momento a comerse las entrañas. Hubo de aquel día que me hizo vomitar amargura y realidad, para quien no ha tenido la suerte de leer dicha obra del maestro Milán Kundera: absolutamente recomendable. Hablar de la necesidad por carencia, es verdaderamente reflexiva.